Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 388 No hay forma de escapar

—Oye, mantengámonos juntos.

Larry sabía que no podía irse solo. Si lo hacía, sus hermanos estaban fritos.

—Zaid, Larry está demasiado agotado para caminar. Tienes que cargarlo.

Una voz autoritaria cortó la oscuridad.

—Entendido, jefe.

Zaid, el guerrero, se puso firme.

—Vamos, ¡muévanse! Apúren...