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Capítulo 388 Gente de buen corazón

Si no podían localizar al equipo de rescate, Debra moriría por la pérdida de sangre. Shirley, completamente sola y sin un arma, era prácticamente inútil.

Shirley miró su brazo atrapado, mordiéndose fuerte. —¡Mamá, lo siento, pero tengo que encontrar ayuda! ¡Aguanta por mí!

Se dio la vuelta y salió...