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Capítulo 47 ¿No se puede cambiar el aliento en un beso?

Susanna miró los rasgos apuestos frente a ella, y la mirada del hombre era calmada y profunda. Sus ojos cayeron sobre sus labios firmemente apretados. Los dos estaban muy cerca, sus narices casi tocándose.

En el siguiente segundo, Susanna se puso nerviosa e intentó empujarlo, pero en su lugar, le d...