Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 117 No te apresures

Alexander miró de reojo y dijo fríamente:

—¡No quiero eso!

Lillian, al ver su expresión incómoda, aún extendió la mano y lo persuadió:

—Lo traje para ti. ¿Podrías aceptarlo? Tú me diste flores, así que yo te doy chocolate.

—Nunca dije que esas flores fueran mías. ¡Deja de halagarte! ¡No tengo ni...