Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 35 Jessica, puedo permitirme quedarte contigo

La mano de Gabriel, mientras aplicaba el ungüento en su piel, se detuvo abruptamente, pero solo por unos segundos. Su expresión rápidamente volvió a su compostura habitual.

—Ya sabes por qué me casé contigo, ¿verdad? —Su voz era tan baja y firme como siempre.

Por supuesto. La sensación de hundimie...