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Capítulo 13 Autocastigo con una bebida

En el siguiente segundo, Noah sintió su suave cuerpo en sus brazos. Ella olía bien.

—¿Estás bien? —la sostuvo y preguntó con preocupación.

—¡Suéltame! ¡No podrías pagar si ensucias mi ropa!

Ella gritó, agitada y furiosa, tratando de liberarse del abrazo de Noah.

—Está bien. No hay necesidad de g...