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Odin: Flor

Cuando llegaron al piso inferior de la casa de la manada, hubo varios gritos de sorpresa.

—¡Oh, dioses, Darcy! —dijo Shanda corriendo hacia ellos.

Darcy no podía dejar de llorar o reír. Era un llanto histérico mezclado con risas. Shanda sostenía al pequeño niño del baño, Eli.

El resto del personal...