Capítulo 9
Desde la perspectiva de Savannah
Estaba en estado de shock. Dorothea no parecía una anciana loca, pero esta historia mostraba otra cosa. Ya no sabía qué creer. Leí el diario y tuve el mismo sueño antes. Eran iguales. Vi lo que le pasó a Jeremy Snow y cómo actuó como si nada hubiera pasado. Parte de mí sabía que todo esto era verdad, pero otra parte de mí aún creía que esto no podía suceder en la vida real.
—¿Puedes probar que eres una bruja?
—Puedo y lo haré. Puedo probar que tú también eres una bruja.
—No estoy segura de querer saber eso, Dorothea.
—Necesitas saberlo, niña, o estarás en gran peligro. Antes de que me preguntes, no puedo decirte más sobre el peligro en el que estás. No me corresponde hacerlo. Después de que terminemos aquí, pregúntale a tu mejor amiga sobre ese peligro. Ella lo sabe y por eso te trajo a Salem. Deja que te explique todo antes de juzgarla. No importa lo que diga, no la alejes. Es la misma persona que has conocido durante años.
¿Qué quiso decir con todo eso? ¿Por qué alejaría a Maddie? ¿Cómo sabía Maddie que estoy en algún tipo de peligro? ¿Era porque expresé mi opinión sobre los juicios de brujas o era otra cosa? Mis pensamientos no eran realmente coherentes.
—Entonces muéstrame, por favor, que eres una bruja y que yo también lo soy.
—Este es el grimorio de mi familia. Solo las verdaderas brujas pueden leer lo que está escrito dentro. Para los demás suena como un galimatías. Tu mejor amiga puede probarlo. ¿Qué está escrito en esta página, niña?
—Poción de amor. Esta magia tiene algunos efectos secundarios. Si los pasos no se siguen correctamente, sucederá exactamente lo contrario. La persona te odiará para siempre. La cantidad exacta de los ingredientes indicados debe ponerse en la poción. Demasiado de ellos resultará en obsesión, no en amor. Muy poco de ellos resultará en amor fraternal.
—Muy bien, niña. ¿Cómo revertir los efectos de la poción de amor? El efecto no puede ser revertido por esta línea de sangre. No somos lo suficientemente poderosos. Tienes que buscar una bruja con una línea de sangre más poderosa. Cuanto más fuerte sea la línea de sangre, mejores serán los efectos de reversión.
—Está bien, entonces ambas podemos leer el texto. No puedo cuestionar eso.
—¡Gracias a Dios! Ahora mostremos el mismo texto a tu amiga.
—Está bien, pero no se sentía bien antes, así que podría estar durmiendo.
—Sé la causa de eso. La magia está afectando su cuerpo. Traeré algo conmigo y la ayudará hasta que salga de la ciudad.
No dije nada. En este punto ni siquiera estaba segura de qué decir. Llegamos a la posada bastante rápido. Saqué las llaves de mi bolso y entré con Dorothea. Maddie parecía como si la hubiera atropellado un camión o más probablemente un tren. Estaba durmiendo, pero no era un sueño tranquilo.
—¡Maddie, despierta! Necesitas beber esto, lo que sea que sea.
—Ugh, Sav. Déjame dormir, por favor.
—Tienes que beber esto, niña. Estarás mejor en unos minutos. Tu cuerpo no está acostumbrado a este tipo de magia. Estuviste alejada de esto toda tu vida.
Después de que Maddie finalmente bebió esa bebida o poción, comenzó a verse más saludable. Después de todo lo que he pasado hoy, ya no me sorprendía.
—Eres una...
—¿Bruja? Sí, lo soy, niña. Necesito que pruebes algo. Por favor, intenta leer este texto en voz alta. Sabes sobre la condición de Savannah y quién es ella.
—Por supuesto. Lo intentaré. Prometo que te contaré todo después de esto, Sav. Nvop loi toe. Aht cmmsi tsfee sdec foe his sagi. Tofoo field pewec lytts rae hecst lorren, xippen pact eat the loop hilwes.
—Creo que es suficiente, niña.
—Entonces es verdad. No puedes leer esto, Maddie.
—No puedo, Sav. Intenté decirte que el mundo sobrenatural existe, pero no importa lo que te dijera, siempre tenías alguna respuesta lógica.
—Tendrás tiempo para hablar de esto más tarde. Escucha aquí, Savannah. Descubrirás cada secreto con el tiempo. Esto es solo el comienzo y la superficie. Necesitas profundizar y descubrir cada pequeño secreto. Tienes que encontrar el grimorio de Iris Russeau. Nadie sabe dónde desapareció. Obtendrás tus respuestas si lo encuentras. Si las otras brujas descubren tu existencia, todo cambiará. No sé qué está pasando en el reino. Se negaron a ayudarnos durante los tiempos más oscuros y cortamos toda conexión con ellos. No sé quién es el líder del aquelarre ahora, así que tendrás que tener cuidado. Si necesitas algo, sabes dónde encontrarme. Creo que tus poderes comenzarán a despertar después de que te vayas. ¿Puedes tomarte un tiempo libre del trabajo? Podrías necesitarlo.
—No puedo. Soy maestra. Ya no estoy tratando de negar esto. Tengo que enfrentar la realidad. Prometo que intentaré descubrir la verdad. ¿Tienes alguna idea de por dónde debería empezar?
—Lamentablemente no lo sé, niña. Ni siquiera conozco a tus antepasados después de Iris Russeau. La única razón por la que te reconocí fue porque mi línea de sangre estaba destinada a encontrar al descendiente de Russeau. De ahora en adelante, todo depende de ti. Puedo ayudarte con lo básico, pero si es cierto que el descendiente será tan fuerte como Iris, si no más, no puedo hacer mucho. No somos tan fuertes como solíamos ser. Tienes que encontrar una bruja del reino que sea lo suficientemente fuerte para ayudarte. No confíes en ellas ciegamente. Escucha tus instintos y confía en las personas que han estado a tu lado todo este tiempo. Hasta la próxima, niña.
—Gracias, Dorothea, por todo. Me empujaste hasta que vi la verdad. De ahora en adelante, creeré en todo. Tengo la sensación de que este viaje no será fácil, pero tengo que buscar justicia para las brujas y los humanos que murieron.
—Hazlo, pero no dejes que la venganza nuble tu juicio.
—Pensaré bien mis acciones.
Después de que Dorothea se fue, sentí que el mundo a mi alrededor cambiaba. Ya no era la joven ignorante que no creía en la existencia de lo sobrenatural. Necesitaba este empujón para ver lo ciega que había estado toda mi vida. Necesitaba mostrar a las brujas que se hará justicia por los errores del pasado. Espero que las familias hayan expiado sus pecados en el pasado y no cometan los mismos errores. Quiero levantar la maldición, pero solo si lo merecen. Si no muestran remordimiento, nada cambiará. Lo mismo se aplica a las brujas del reino. ¿Cómo pudieron abandonar a su gente cuando más las necesitaban? Lo que no entendía era cómo Maddie está conectada con todo esto. Ella no es una bruja, pero parece que tampoco es completamente humana.
—¿Cómo estás conectada con todo esto?
—Es una larga historia, pero ya no tengo razón para mantenerlo en secreto. No soy humana o, más precisamente, no completamente humana. Pero supongo que ya te diste cuenta de eso. Mis antepasados eran fae. Ya sabes lo que eso significa, porque leíste el libro que encontraste en la habitación de invitados. Hace algún tiempo, bastantes familias se hartaron del sistema y decidieron dejar el reino. Sin embargo, tuvieron que pagar el precio. Perdieron todas las habilidades mágicas y básicamente se convirtieron en humanos. Todavía podemos ver a las criaturas sobrenaturales que vienen a la Tierra desde otros reinos, pero eso es todo. Por eso estaba tan empeñada en mostrarte que el mundo sobrenatural existe.
—Está bien. Supuse que no me estabas diciendo algo. Entiendo por qué no me lo dijiste. No te estoy cuestionando ahora. Dorothea dijo que estoy en algún tipo de peligro y tú sabes por qué.
—Eso ya no aplica. Tuvimos un mes para convencerte completamente de la existencia del mundo sobrenatural. Teníamos una teoría de que podrías no ser completamente humana y circunstancias imprevistas activaron esa minúscula parte de ti que son tus genes de bruja. Solo piensa en cómo te obsesionaste de repente con los juicios de brujas de Salem y las brujas en general. Nunca te había visto así antes. Si no hubieras empezado a creer en lo sobrenatural, te habrías vuelto loca en un mes. Por eso sugerí este viaje. Descubrimos que hay brujas en Salem que podrán ayudarte. Gracias a Dios, teníamos razón sobre esto.
—¿Quiénes somos "nosotros"?
—Uhm, bueno...
—Solo dilo. A estas alturas, no creo que importe.
—Está bien. Zamyr me ayudó.
—¿El Zamyr que ocupa la habitación de invitados, o el Zamyr que movió la plancheta el otro día?
—¿Qué tal si te digo que son la misma persona?