Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 31

¿Era tan difícil seguir mis órdenes? ¿Y si le pasaba algo otra vez...? Esa mujer descuidada solo traía dolores de cabeza. Salí corriendo al jardín, buscándola como un loco. A lo lejos, vi a un niño pequeño jugando con una pecera de cristal. ¿Por qué esa pecera me resultaba familiar? Entonces noté un...