Read with BonusRead with Bonus

Parte ochenta y nueve

Tomé una de sus manos, la llevé a mis labios y la besé. Karani le había dicho a Adara que era por su amor hacia mí que podía sanarme, pero hasta ahora, no había podido sanar a nadie más.

—Lo sé —le dije, preguntándome qué pasaría con el niño pequeño. Esperaba que encontraran un donante compatible p...