Read with BonusRead with Bonus

Parte veintiuna

—Solo puedes soñar con eso —dijo una voz a Adara. Su cabeza se levantó bruscamente cuando la chica se sentó a su lado—. Hola, ¿cómo te llamas?

—Yo... eh... hola. —Fue todo lo que Adara logró decir. La sorpresa de que alguien le hablara la hizo tartamudear. La chica era regordeta de una manera linda...