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Capítulo 944

Los guardaespaldas perdieron la voz al unísono.

El rostro de Aman se volvió frío al instante.

—¿Qué vieron?

Los guardaespaldas agitaron las manos.

—No, no, no, no vimos nada.

—Solo vimos que usted y la Joven Señora no habían regresado en mucho tiempo. Temíamos que hubiera ocurrido algún acciden...