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Después de regresar al coche, Natasha Martin se tumbó en el asiento trasero como si fuera a morir.

—¿Qué debo hacer? Este proyecto cayó en mis manos. Ahora, mi papá está esperando verme hacer el ridículo y despedirme.

Había pensado que no tendría nada que ver con eso. Sin embargo, el primer proyec...