Read with BonusRead with Bonus

2567

—¿Estás dispuesta a sacrificar tu vida para protegerme? —preguntó la princesa.

—Sí, princesa —respondió la jinete.

—Perdóname por no estar dispuesta —dijo la ama de llaves—. No puedo seguir protegiéndote si entrego mi vida. Es mi deber no dejar que estés en peligro.

—Entonces, ¿qué quieres? —grit...