Read with BonusRead with Bonus

2550

Las caras de Lin y Kaul cambiaron, y miraron a Martin con ojos lastimosos y desamparados.

Martin rugió —¡Jian, tú solo eres una ama de llaves! ¡Yo soy una señorita! ¡Aquí tengo la última palabra!

Los ojos de advertencia de Jian recorrieron a las dos sirvientas, y ella se asustó de inmediato...

Ka...