Capítulo siete:
ADVERTENCIA: Este capítulo contendrá contenido gráfico.
Perspectiva de Ambrosia:
Estábamos sentados comiendo y viendo a los niños jugar para pasar el tiempo. Sage seguía cavando a su alrededor porque de vez en cuando sentía la presión de sus empujones, pero aún no era lo suficientemente fuerte como para doler, lo cual agradecía. Alley apareció en la habitación haciendo que los chicos saltaran. Todos estábamos acostumbrados, pero parecía que ellos simplemente no podían acostumbrarse del todo.
—No sean tan bebés —se rió Alley.
—¿Un poco de advertencia la próxima vez, sí? —gruñó Tye.
—Entonces, cuéntame qué está pasando —dijo Alley, mirándome.
—Creo que tengo recuerdos que me han sido arrebatados. Sage está ahí dentro cavando, pero sé que tú tienes una manera de ver realmente dentro —respondí.
—¿Qué es exactamente lo que estás buscando? —preguntó Alley, sentándose a mi lado.
—Recuerdos de la infancia, estamos tratando de averiguar por qué Xander me odia tanto, pero lo único que recuerdo son cosas parcialmente buenas y nada más —respondí.
—Está bien, podemos intentarlo. Consígueme algunas almohadas y mantas y extiéndelas en el suelo. Haré que pongas tu cabeza en mi regazo para que estemos cómodas. Vamos a retroceder siglos, así que podría tomarnos un tiempo —dijo Alley rápidamente.
Tye y Jackson se levantaron de un salto y salieron corriendo, dejándonos solas a nosotras.
—¿Le va a doler? —preguntó Pythia.
—Depende del recuerdo en sí y de lo que encontremos. Físicamente no debería haber dolor, pero esos recuerdos pueden haber sido ocultados por una razón —respondió Alley suavemente.
—De cualquier manera, necesito saber. Tiene que haber una razón y tal vez podamos arreglarlo para evitar otra guerra —dije.
—¿Y si solo quiere su propio reino para gobernar? —preguntó Pythia.
—Supongo que es posible si se quedara en el extranjero, pero aun así tendríamos que establecer reglas y todo para que las siga y respete —respondí.
—Resolveremos todo eso una vez que pasemos por esto —dijo Jackson mientras volvían a la habitación.
Extendimos todas las mantas y me acosté. Puse mi cabeza en la almohada que estaba en el regazo de Alley mientras Jackson se sentaba a un lado de mí y Pythia al otro.
—Una vez que lleguemos a donde necesitamos ir, abriré el enlace para que los tres puedan ver lo que vemos, ¿de acuerdo? Solo siéntense pacientemente, Jackson, sostén su mano para mantenerla conectada —dijo Alley.
Jackson entrelazó sus dedos con los míos y le sonreí.
—Recuerda que solo son pensamientos y no son reales en este momento —dijo Jackson con una suave sonrisa.
—Cierra los ojos, respira profundamente y relájate —dijo Alley mientras colocaba sus manos a los lados de mi cabeza.
Hice lo que me dijeron, cerré los ojos y eché los hombros hacia atrás. Se sentía como si estuviera tratando de meditar.
—No me resistas en esto, abre tu mente para mí —susurró Alley.
Empecé a sentir una ligera presión acumulándose antes de que pareciera que algo estallara. Cuando abrí los ojos, todo estaba completamente oscuro.
—¿Alley? ¡Alley! —grité.
—Estoy aquí, dame un momento —dijo Alley antes de que viera su mano iluminarse con fuego. Bajó su mano y pequeñas bolas de fuego comenzaron a descender y a dispersarse.
—Es tu mente, tú tienes la llave de todo, pero detrás de cada puerta podría haber una oculta. Comencemos separando tus pensamientos, empecemos cuando ambos comenzaron a entrenar y todo eso —dijo Alley.
Escuché un gruñido profundo y miré para ver a Sage caminando hacia nosotros.
—¿Encontraste algo? —pregunté.
—De alguna manera, pero algo me impide acceder a ello. Sígueme —dijo Sage mientras se daba la vuelta y caminaba de regreso por donde venía.
La seguimos de cerca hasta que se detuvo. Parecía un enredo, ramas gruesas y oscuras se entrelazaban y estaban cubiertas de espinas.
—Supongo que lo que estamos buscando está detrás de todo esto —dijo Alley, dando un paso adelante. Extendió su mano y las ramas se apretaron agresivamente. Eso es extraño. ¿Cómo es que nunca he sentido algo así?
—Necesitamos a Pythia. Esto está lleno de magia oscura —dijo Alley.
—¿Cómo puedes saberlo? —pregunté.
—Porque yo soy magia blanca y esto está tratando de repelerme. Tú no llevas magia blanca ni oscura, así que no se moverá, pero Pythia lleva ambas, así que podría hacer algo —dijo Alley mientras cerraba los ojos.
Por un momento desapareció, dejándome frente a lo que fuera que esto era.
—¿Qué crees que es, Sage? —pregunté.
—Honestamente, ni siquiera estoy segura, nunca he visto algo así antes —respondió Sage.
Sentí una brisa a mi lado y allí estaban Pythia y Alley.
Pythia me sonrió suavemente antes de dar un paso adelante.
—Esta es magia oscura muy antigua, ya no permito que nadie practique esto —dijo Pythia, inclinando la cabeza hacia un lado.
—¿Qué es? ¿Por qué no lo he sentido? —pregunté.
—Esta es la protección definitiva, algo malo está oculto detrás de esto. No lo has sentido porque se ajusta a ti a medida que creces, aprende tu cuerpo y tu mente para mezclarse y que ni siquiera sepas que está ahí. ¿Estás segura de que quieres saber? ¿Qué es lo que esto está ocultando? —preguntó Pythia, mirándome.
Estoy segura de que me arrepentiría, pero necesitaba sacar este lío de mi cabeza.
—Tenemos que saber. ¿Qué necesitamos hacer? —pregunté, sintiéndome decidida.
—Tienes que desear que desaparezca, una vez que comience a morir, podré romperlas y hacer un camino para nosotros. Solo piensa en que se están muriendo, quieres liberar tu mente de esto —dijo Pythia, parándose a mi lado.
Era como un gran rompecabezas que finalmente comenzaba a moverse, las ramas empezaron a cambiar de color y Pythia dio un paso adelante y comenzó a abrirse camino a través de ellas.