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¿Qué ves?

ROMANY

Los ojos de Enzo eran como dos láseres que atravesaban la habitación y atormentaban cada uno de mis respiros. Cada vez que me movía para servir una bebida o retirar un plato, podía sentir su mirada sobre mí. Pero no fue hasta que Antony pidió más vino y Alex me ordenó que lo sirviera, qu...