Capítulo 9
—Emory—
Finalmente, FINALMENTE llego al viernes, y me tomo mi tiempo empacando solo para darle a Logan un minuto o dos extra para venir conmigo... o no. No tengo que preocuparme por esa eventualidad porque su sombra oscurece mi escritorio nuevamente. Qué sombra tan agradable y amplia proyectan sus agradables y anchos hombros. Termino de empacar a la velocidad de la luz, lista para terminar el día y estar con Logan. Él sonríe un poco ante mi evidente prisa, pero con una cita ya planeada, creo que está bien que sepa que me gusta.
—Entonces, ¿cómo estuvo tu día? ¿Alguna reunión grande e importante? —le pregunto, medio en broma. Antes fue vago sobre lo que hace y trato de no sentir que estoy pescando información.
—Bueno, toda reunión debería ser importante, pero esta fue la más importante para mí hoy. —Dulce, y aún vago. Supongo que intentaré de nuevo más tarde. Después de todo, tendremos un "más tarde".
—¡Me siento halagada! Supongo que estás aquí para acompañarme a casa otra vez. Espero que no sea por ansiedad; me gusta pasar tiempo contigo, pero realmente puedo cuidarme sola. Además, hice un amigo peludo esta mañana que me acompañó al trabajo. Podría conseguir un perro grande que me lleve de un lado a otro. —Espero que todo esto no sea algún complejo de héroe mal dirigido. Aunque, no estoy segura de cómo encajaría una cita en eso. Todavía no puedo superarlo. No solo tengo una cita el sábado, sino que él es increíblemente atractivo. Salvaje, salvaje, salvaje.
—Te prometo que no es eso. Realmente quiero pasar tiempo contigo. Me divertí ayer. Apuesto a que también nos divertiremos mañana. Además, dijiste que tus dos hermanos eran protectores, ¿no deberías estar acostumbrada a eso ya, pequeña rosa? —pregunta, en tono de broma. Es tan agradable tener a alguien que bromea sobre mis hermanos en lugar de verlos como obstáculos para nuestra relación. Me hace pensar que se llevarían bien... ¡Vaya, un poco temprano para estar pensando en eso, Emory! Nadie ha mencionado nada a largo plazo todavía, y por una buena razón. Veremos cómo va el sábado antes de que empiece a pensar locuras, aunque nos hemos llevado tan bien hasta ahora, no puedo ver qué podría cambiar entre ahora y entonces.
—¿Pequeña Rosa? ¿Por mi cabello? —Mejor que Roja, supongo, aunque todavía no muy imaginativo. Por supuesto, él no me conoce lo suficiente para algo imaginativo, aún.
—Estaba pensando más en el rubor de tus mejillas, pero tu cabello también funciona. —Uf, aún peor. Siento que mi cara se calienta como para probar su estúpido punto.
—Muy halagador, Logan. Muchas gracias por el cumplido. —digo con tono seco. Él se ríe abiertamente, echa la cabeza hacia atrás y todo. Tira de un mechón de mi cabello mientras se defiende.
—Creo que es adorable, Pequeña Rosa. ¡Al menos sabes que tienes una gran circulación! Ahora cuéntame sobre ese perro que conociste... —Todavía se ríe para sí mismo mientras abre la puerta del edificio de apartamentos para mí. Arruga la nariz por el olor. No puedo culparlo. Ya estoy acostumbrada a ello -lo cual es una forma especial de horror- y aún así lo odio. Los pasillos siempre huelen a una combinación de axila sin lavar, marihuana y vodka barato. Es como el hermano mayor fracasado de una fraternidad.
—Ahora entiendes por qué llevo perfume en mi bolso. Estoy tan paranoica de empezar a oler como este lugar antes de poder terminar de ahorrar para salir de aquí. —Mi adicción a los tacones de diseñador realmente me ha estado fastidiando en este aspecto.
—No voy a mentir, es bastante terrible. ¿A dónde estás pensando ir después de aquí? ¿Tienes algún lugar en mente? Es una ciudad grande, después de todo. —Honestamente, el lugar fuera de Central Park que más quiero está tan fuera de mi presupuesto que todo lo que puedo hacer es ponerlo en mi tablero de visión y tratar de manifestarlo solo con esperanzas y sueños.
—Hay un lugar a unas tres cuadras más cerca del trabajo que estoy mirando. Está al sur del edificio, así que no tendré que preocuparme por el sol en mis ojos al ir o venir, y la caminata más corta será muy agradable. Probablemente serán otros tres meses más o menos antes de que tenga el depósito y los dos primeros meses de alquiler ahorrados sin agotar absolutamente mis ahorros, pero eso no es tanto tiempo. —Logan parece aliviado de que tenga un plan para salir, pero asiente filosóficamente cuando menciono mi plazo. Me alegra que sea un pensador, no solo una cara bonita.
—Depende de tu perspectiva, supongo. Sé que he tenido días que han parecido años, pero cada cumpleaños parece llegar más temprano que el anterior. El tiempo puede ser extraño. —No conozco a nadie que no pueda relacionarse con eso.
—Bueno, con esa nota alegre, debería... entrar. —Lo veré mañana, no lo invites a subir. No lo hagas, Emory. Lo veré mañana y puedo invitarlo después. ¡No lo hagas raro! Dios, dudo que él pueda ser raro. Es tan suave, simplemente... se deslizaría... justo... dentro... Siento que mi cara se calienta, entre otras cosas. Logan toma una profunda inhalación y suspira.
—Te dejaré ir. Pero Emory, nunca podrías oler como este lugar. Endulzas cada lugar donde estás, Pequeña Rosa. Te recogeré mañana por la noche. —Me da un beso casto en los labios y luego en la frente antes de darse la vuelta y alejarse. Estoy decepcionada de que no haya ignorado mis obvios indicios para darme más y, al mismo tiempo, me derrito por la dulzura del gesto. Me giro y me apresuro a mi apartamento, cierro la puerta con énfasis en memoria de nuestra última conversación al caminar a casa, y corro a mi habitación para agarrar a mi novio a pilas. Tengo que liberar algo de esta tensión o estaré despierta toda la noche frustrada antes de nuestra cita. Si no me controlo, terminaré saltando sobre él en el camino.
Una vez que me siento cómoda, enciendo la vibración y me pongo a trabajar. Tristemente, estoy acostumbrada a ocuparme de los asuntos yo misma. ¡No por mucho tiempo! Me sorprendo pensando en cómo irían las cosas si realmente me fuera a casa con Logan en una primera cita. ¿Cuenta todavía como una primera cita? ¿O fue hoy? ¿Será bueno? Tiene un aire de confianza que me hace pensar que lo será. Solo espero poder seguirle el ritmo. La forma en que nos besamos la primera vez casi me hizo explotar, así que sé que la química está ahí. Es mientras pienso en ese beso que mis muslos comienzan a temblar, mi espalda se arquea, y no puedo evitar un fuerte gemido con el nombre de Logan mientras llego al clímax. Espero que eso quite suficiente tensión, pienso para mí misma. Pero al guardar el vibrador, siento que no fue ni de cerca suficiente.