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Capítulo CXXVIII: Carta

El Rey Dragón ordenó que se sirviera comida y vino en el jardín, un rincón tranquilo del palacio bañado por el resplandor del crepúsculo. Mientras se preparaba la mesa, se dio cuenta de lo aislado que se había vuelto desde que Isabella se fue. La corte, que antes era vibrante, se sentía vacía; su au...