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CAP. 44

Morgan

Ari pareció titubear por un momento, su mirada oscilando entre Tsuneo y yo. Luego, con un desafiante movimiento de cabeza, escupió:

—No me disculparé con una usurpadora humana.

La habitación estalló en jadeos. Las concubinas, que hasta ahora habían sido meras observadoras, intercambiaron m...