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CANAL 275

Apuesto a que no, y todavía no sabía dónde estaba la Puerta Celestial, y la furia de Anzo ardía caliente y brillante en sus ojos. Hirviendo. Eran tres contra dos y ellos se movían como una máquina bien engrasada, sin duda lo eran. Mientras los patrones de su ataque comenzaban a volverse repetitivos ...