Read with BonusRead with Bonus

Un regalo astuto

—Las piernas no parecen estar heridas, pero no sé si estoy bien —admitió ella con un leve quiebre en la voz—. Ese monstruo intentó quemar a mi bebé vivo.

Pierce miró a Arianna como si tuviera dos cabezas cuando ella comenzó a reír.

—Lo siento. Es solo un poco poético si lo piensas. Le arrojé cera ...