Read with BonusRead with Bonus

28,1

—Mira este coño —gruñe Nathaniel—. ¿Alguna vez has visto algo tan malditamente hermoso?

—Y tan jodidamente mojado —Adriano toca con cuidado la punta de su dedo entre mis piernas, y lucho contra cada impulso de arquear mis caderas y obligarlo a deslizar sus dedos dentro de mí. Estoy tan vacía, tan ne...