Read with BonusRead with Bonus

24,2

—Estás protegida —digo.

—No lo estoy —protesta ella, frunciendo el ceño—. Bueno, sí lo estoy. Pero no lo estoy. ¿Tiene sentido? He conocido a jefes de estado extranjeros. He conocido al Dalai Lama.

—Pero nunca has nadado desnuda —dice Adriano.

Georgina se sienta, señalándolo—. Tampoco he hecho parac...