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20,1

Adriano

Mmm.

El calor del cuerpo de Georgina irradia hacia el mío y una imagen de lo que pasó anoche se me viene a la cabeza antes de que siquiera abra los ojos.

En mi estado de semi-despertar, extiendo la mano para acercarla a mí, mi mano rozando su nalga y –

¿Qué demonios?

Esa no es Georgina a la...