Read with BonusRead with Bonus

137

Clinton

Maldita sea, la quería. No solo para un encuentro apasionado y rápido o incluso durante el tiempo que pasara en mi resort, sino porque no había podido dormir durante las pocas horas que había tenido para mí.

Las visiones de su rostro y su cuerpo desnudo imaginado habían seguido atormentand...