Read with BonusRead with Bonus

120

—Sí, lo soy. Ten cuidado, cervatillo. Hay bestias merodeando por estos pasillos. No quisiera verte devorada.

De repente, encontré mi determinación y tal vez un poco de mi cordura perdida.

—¿Estás loco? ¿Quién demonios te crees que eres? —Mientras intentaba apartarme de él, me tenía acorralada cont...