Read with BonusRead with Bonus

116

Christian

Mierda. Mi polla dolía, apretada contra la cremallera de mis pantalones. Visiones sucias atravesaban mi mente. Pronto, hundiría mi verga profundamente en el apretado coño de Ava mientras se retorcía debajo de mí.

Conocía el objetivo, uno que Clinton nos había inculcado durante varios mes...