Read with BonusRead with Bonus

69,1

Isabel

Estoy acostada de lado, con mi cabeza apoyada en el hueco del brazo de Kev, como me he acostumbrado, y mi dedo trazando círculos perezosos en su pecho.

—¿Podemos quedarnos así para siempre? —pregunto.

—¿Encerrados en este hotel y viviendo del servicio de habitaciones? —pregunta Kev—. Creo ...