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63,3

Aunque ninguno de los dos quiera admitirlo.

—Te necesito —digo sin pensar. Las palabras suenan meramente sexuales, pero creo que las digo de una manera más profunda.

Ese hecho debería aterrarme, pero por alguna razón, no lo hace.

Isabel se sonroja.

—No aquí —susurra.

—¿Por qué no?

Isabel incli...