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52,2

Ella no discute, no dice una palabra, pero puedo escuchar su respiración volverse más corta al teléfono, y ella escucha.

Por una vez.

La observo mientras desliza sus dedos lentamente entre sus piernas, luego se detiene.

—No te detengas —le digo.

—Nunca he hecho esto frente a alguien —dice ella, su v...