Read with BonusRead with Bonus

46.2 Alejandro

—Carmen, muchas gracias por venir aunque te había dado el día libre —escuché decir a Kat cuando entré en la casa.

—No es ningún problema, señorita Katerina —respondió la ama de llaves con su fuerte acento mexicano—. Oh, bienvenido a casa, señor Alexander.

—Hola, Carmen, ¿cómo estás? —pregunté y el...