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Una vez que Alonso se fue, Hania se acurrucó y se abrazó a sí misma.

Con una mirada de decepción en sus ojos, las lágrimas caían incontrolablemente.

¿Qué debería hacer?

Mientras estuviera despierta, solo pensaría en David.

Aunque estuviera físicamente atrapada aquí, sus pensamientos seguían corr...