Read with BonusRead with Bonus

515

Cuando Thomas vio que su teléfono se apagaba, se enfureció tanto que casi lo aplasta.

—¡Qué bastardo es David!

En efecto, ¡no tenía una mente normal!

En ese momento, su teléfono sonó, notificándole que había recibido un correo electrónico.

Usualmente, recibía un correo cifrado en su teléfono cua...