Read with BonusRead with Bonus

417

Incluso si el coche se había marchado, Hania seguía temblando de miedo.

—No tengas miedo... por ahora no podrá alcanzarnos. Después de todo, yo soy el que manda en esta calle —consoló Thomas con un tono firme.

Al escuchar esto, Hania no pudo evitar girar la cabeza y mirar por la ventana. Vio que D...