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Sintiendo un deseo ardiente surgir dentro de sí, Elliot miró furiosamente y ferozmente a las mujeres. —¡Lárguense!— aulló.

En ese momento, deseaba con todas sus fuerzas desgarrar a todas esas mujeres en pedazos para que no pudieran tocarle ni un pelo.

Cuando Max vio a esas mujeres acercarse emocio...