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Todo el tiempo, ella lloraba y se quejaba de manera angustiante.

¡¿Cómo podía ser así?!

¿Era una bestia?

—Canalla... Desvergonzado... Lujurioso... Bestia...— Hania no solo estaba insultando a David en su corazón, ¡sino que también lo hacía en voz alta todo el tiempo! Llorando, aulló —¡Eres un dem...