Read with BonusRead with Bonus

265

La sonrisa de David hizo que Hania se sintiera disgustada. ¡Aunque sabía que él ahora la estaba consolando, no deseaba verlo en absoluto!

Por lo tanto, dijo sin expresión alguna:

—¿Puedo probar tu comida?

De inmediato, los ojos de David se iluminaron de emoción.

—Claro, puedo cocinar para ti. Co...