Read with BonusRead with Bonus

82. «¡Pero lo escondiste todo!»

Estoy parada junto al balcón, el aire atrapado en mi garganta como si hubiera tragado un grito. Mis ojos permanecen fijos en Felix, que sigue parado en la puerta, con la mandíbula apretada y la mirada demasiado oscura para ocultar la sorpresa.

—¿Estabas en la habitación conmigo cuando…? —pregunto, ...