Read with BonusRead with Bonus

121. «¿Vas a venir por mí, conejito?»

Felix obedece de inmediato. Me da la vuelta, presionando mi espalda contra la pared—una de sus manos agarra la parte trasera de mi cuello con fuerza, manteniendo mi cara contra la cálida madera, la otra alineando su cuerpo con el mío. El sonido de la tela siendo apartada. El sonido de ambos jadeando...