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73. SILAS: RESPUESTAS Y EXPLICACIONES

El teléfono sonó dos veces antes de ir al buzón de voz. Mis manos se cerraron en puños cuando volví a marcar y sucedió lo mismo. ¿Por qué no contestaba? Mis ojos se dirigieron al reloj. Era tarde y probablemente estaba durmiendo o ocupado con su hijo. De alguna manera, no podía imaginar a Avery cuid...