Read with BonusRead with Bonus

XXVIII. Vergonzosa gratificación

Su cabello mojado se pegaba a su rostro, goteando sobre su ropa.

Una delgada camisa de manga larga era todo lo que Agnar le había dado. Ella temblaba, ni siquiera el calor del fuego era suficiente para calentarla del frío. No era suficiente para protegerla de su vergüenza.

Se movió hacia la cama e...