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El fuego en sus ojos

Nunca te cuentan sobre esos primeros pasos que das hacia él, desnuda. Desnudándote por dentro y por fuera.

Mis manos aún cubren mis pechos, pero eso no le impide observar mi cuerpo. Sus puños están apretados a sus costados y sus ojos se detienen sin vergüenza allá abajo. Estaba un poco agradecida po...