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—¿Entonces, no nos quedamos en Venecia? —Ziza miraba a su alrededor, absorbiendo todo mientras se apresuraba a alcanzar las largas zancadas de Rafiq a través de la pista. Su vuelo de nueve horas desde Tamar los había dejado en Italia, Venecia, en las primeras horas de la tarde, hora de Venecia.

Le ...