Read with BonusRead with Bonus

28. Promesas que cumplir

Detuve mis movimientos para detener nuestro baile.

—Ni se te ocurra huir de mí, Amelia.

Sonreí con desdén ante la amenaza de Rion, que sonaba aterradora pero como una brisa.

—Ni se te ocurra controlar mi vida. Podrás tener mi cuerpo, pero eso no es suficiente para poseerme completamente.

Retroce...