Read with BonusRead with Bonus

La nuestra


Adea

El silencio era ensordecedor. Estaba tan quieto que se podía oír caer un alfiler. A solo un brazo de distancia, sus lentas respiraciones llenaban el silencio mientras Shane se cernía detrás de mí. Me negué a mirarlo todavía. Mis emociones libraban una guerra dentro de mí. ¿Quería gritar o...