Read with BonusRead with Bonus

Asustado

De alguna manera, logramos regresar a mi apartamento sanos y salvos. Cerré los ojos y agradecí a la Diosa mientras él estacionaba el coche. No iba a preguntarle cómo sabía dónde vivo, o por qué llegamos tan rápido. Conducía como si hubiera estado aquí un millón de veces. Después de tomar una respira...