Read with BonusRead with Bonus

Imaginado

Cuando salí de la ducha, no me sorprendió en lo más mínimo que el cabecero de la cama siguiera golpeando contra las paredes. Leo gemía antes de suplicar por más y Gabe debió haberle cubierto la boca porque sus gritos estaban ahogados. No pude evitar reírme mientras me dirigía a mi armario. Esta noch...