Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 31 - DEVUELVE LA BETA

—Sí, este es mi deseo —declaré, sellando mi petición con un breve beso. Él se levantó, pasando por encima de su hermana, sin importarle su presencia en el suelo.

—¡No te humilles tanto por un hombre, Victoria, es ridículo de ver! —me miró con desprecio—. ¡Levántate, si no lo han matado, lo traeré d...