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CAPÍTULO 135 - ESPÍRITU MALIGNO

—Sí, ella quería regresar apoderándose de mi cuerpo... Nunca la había visto así—obsesionada; no parecía la hermana que una vez conocí —suspiré tristemente, colocando mi mano en el pecho y acariciándolo, tratando de aliviar la presión que persistía en él.

—Los deseos de Agatha están más intensificad...